La incautación ilegal de aletas de tiburón destaca las preocupaciones mundiales y el papel de Costa Rica.
En una operación importante, las autoridades brasileñas interceptaron la asombrosa cantidad de 29 toneladas de aletas de tiburón ilegales en ruta a Asia, lo que podría marcar la mayor incautación de este tipo hasta la fecha. La agencia de protección ambiental, Ibama, estimó que aproximadamente 10.000 marrajos dientusos y tiburones azules habían sido asesinados sin piedad para obtener estas aletas, muy buscadas como manjar en los mercados asiáticos. La confiscación de estas aletas arroja luz sobre el comercio ilícito de aletas de tiburón, su impacto perjudicial en las poblaciones de tiburones en todo el mundo y sus conexiones con países como Costa Rica.
Las aletas de tiburón confiscadas procedían de dos empresas exportadoras, una ubicada en el estado sureño de Santa Catarina y la otra en el estado sudoriental de Sao Paulo. Las autoridades brasileñas están investigando actualmente a otras empresas sospechosas de estar involucradas en este comercio ilegal. Es importante señalar que la pesca de tiburones está completamente prohibida en Brasil, por lo que este decomiso constituye una clara violación de las leyes y reglamentos nacionales.
La demanda de sopa de aleta de tiburón, particularmente en China y Japón, ha alimentado el comercio ilegal. Ciertas creencias asocian este plato con propiedades medicinales y efectos afrodisíacos, aunque los estudios científicos no han corroborado estas afirmaciones. Como resultado, el precio de mercado de las aletas de tiburón puede alcanzar cifras asombrosas de hasta $1,000 por kilogramo en Asia, contribuyendo a un valor anual estimado de $500 millones para el comercio de aletas de tiburón en el mercado negro.
Ibama, destacando las devastadoras consecuencias de la pesca indiscriminada, expresó su preocupación por la drástica disminución de las poblaciones mundiales de tiburones. Los tiburones juegan un papel crucial en el mantenimiento de los ecosistemas marinos y su rápido agotamiento puede alterar el delicado equilibrio de la vida marina.
Afortunadamente, los esfuerzos para proteger las especies de tiburones cobraron impulso en noviembre, cuando 183 países, incluido Costa Rica, acordaron colectivamente salvaguardar 54 especies de tiburones, incluidas las de las familias del tiburón martillo y el réquiem, en el marco de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).
La participación de Costa Rica en esta iniciativa internacional demuestra su compromiso con la conservación marina y las prácticas sostenibles. Como país conocido por su rica biodiversidad y vastos recursos marinos, Costa Rica reconoce la necesidad de proteger y preservar las especies vulnerables de tiburones de la explotación y la sobrepesca. Al unir fuerzas con otras naciones, Costa Rica tiene como objetivo frenar la demanda de aletas de tiburón, promover prácticas de pesca responsable y garantizar la supervivencia a largo plazo de estas magníficas criaturas.
La reciente incautación de aletas de tiburón ilegales sirve como un claro recordatorio de los desafíos actuales que se enfrentan para combatir el comercio ilícito de aletas de tiburón. Enfatiza la necesidad de una cooperación internacional continua, regulaciones más estrictas y una mayor conciencia para proteger a los tiburones y su papel vital en el mantenimiento de ecosistemas marinos saludables.
A través de esfuerzos colectivos, es posible marcar la diferencia y salvaguardar el futuro de estas notables criaturas y los océanos que habitan.
artículo original: https://ticotimes.net/2023/06/20/illegal-shark-fin-seizure-highlights-global-concerns-and-costa-ricas-role