El problema de las aguas residuales en Costa Rica
Las aguas residuales son las que salen del uso doméstico en las casas: cuando lavamos los platos, apretamos el botón del excusado, etcétera. También incluyen los deshechos industriales y mineros que son lanzados al agua. Este agua debe ser tratada antes de ser devuelta a los ríos, para que no contamine las aguas.
Sin embargo, estudios demuestran que solo el 4% de las aguas residuales es tratada antes de llegar a ríos, embalses y mares de Costa Rica. Tengamos en cuenta que para tratar estas aguas, que vienen con materia fecal, orina y productos químicos, se utiliza infraestructura de los años 40 y el sistema de saneamiento consta de tanques sépticos y alcantarillados que en la actualidad no son suficientes.
La contaminación en los ríos urbanos es grande, pero no se queda allí, porque los ríos desembocan en mares, por ejemplo en las playas del Océano Pacífico, muchas de las cuales alimentan al turismo.
Tamarindo en problemas
Tamarindo es una de las zonas predilectas por los turistas en Costa Rica, tanto para hacer surf como para avistar tortugas Baulas, ya que se trata de un Parque Natural de playas inmensas que constituyen zona de anidación para estas tortugas junto con las playas de Ventanas, Grande y Langosta.
Por sus condiciones climáticas y geográficas, y sobre todo por su valor ecológico, Tamarindo recibió la distinción de Bandera Azul, que es un Programa financiado por el sector público y privado y que se da como reconocimiento al mantener el medio ambiente de manera adecuada.
El reconocimiento se puede perder, y esto sucedió en 2004 y 2007, y lamentablemente desde la última vez en que se ha perdido no se ha vuelto a recuperar la distinción.
Sucede que hay límites para los coliformes fecales (que es de 240 por cada 100 mililitros de agua) y que se han visto superados en al menos cinco veces durante los últimos años. Esto no es nada más y nada menos que residuos de las heces, y que según el Laboratorio Nacional de Agua es un factor importante de contaminación porque es un factor de riesgo de contraer enfermedades.
Al parecer, la Municipalidad de Santa Cruz, de donde depende Tamarindo, no sólo no mide el impacto negativo que esto tiene para el turismo, pues no hace nada para solucionarlo, sino que agrega problemas dando permisos para construir edificios de más de 7 pisos con la promesa de construir pozos sépticos para sus aguas servidas, pero sus aguas grises van directo al mar.
Muchos lo ven como un desastre, porque aún cuando las aguas grises no son heces (aguas negras), también tienen residuos que van directo al mar: aceites de cocina, jabón para la ropa, etcétera.
El Ministerio de Salud de la Nación ha intervenido ordenando que esto se resuelva a la brevedad y ordenó a AyA que construya un sistema de alcantarillado en un plazo de 5 meses.
Cuenca del Grande de Tárcoles: una de las más contaminadas de Centroamérica
Las aguas que usamos a diario para lavar la ropa, limpiar, cocinar y ducharnos vuelven a los ríos, pero no debidamente tratadas como desearíamos.
Algunos ríos urbanos desembocan en la subcuenca del Virilla, que a su vez alimenta al río Grande de Tárcoles, que va a dar al Océano Pacífico; esto impacta negativamente en la pesca y el turismo.
En la cuenca de Tárcoles se vierten algo así como 273 mil m³ de aguas negras por día. Si bien los colectores administrados por AyA en la GAM colectan más cantidad, no cuentan con sistemas de tratamiento y a ello se le suman las industrias que tiran más aguas residuales de las permitidas por ley.
El Ministerio de Salud y el Ministerio de Medio Ambiente deberían actuar en forma conjunta para exigir un tratamiento seguro de las aguas, que permita nadar y pescar en dichas aguas sin ponerse en peligro y que mejoren las condiciones sanitarias del país. Además deben apurar la aprobación de proyectos de los entes facultados para tratar las aguas.
Existe un proyecto de AyA de 2015, para construir alcantarillados que traten todas las aguas residuales de la comunidad urbana de San José, para que todas lleguen al mar sin contaminantes.
Costa Rica es un país bendecido con ríos y mares maravillosos y que por eso tiene como deber cuidarlos y protegerlos del daño que los seres humanos hacemos a diario al medio ambiente. Para esto las políticas en post de cuidar la salud pública y sobre todo el agua como recurso natural son fundamentales.
Las playas de Costa Rica se llenan de turistas que las aprecian por su valor y que tienen que colaborar también para que los hoteles, posadas y casas donde van a alojarse se comprometan con el cuidado del agua y la limpieza de las playas que utilizan.