Economía Circular
La economía circular es el término que usamos para el hecho de convertir lo que ya no usamos y desechamos en cosas nuevas, por ejemplo: sachets de leche convertidos en carteras o neumáticos de bicicleta en bolsas, son algunas de las nuevas utilidades que podemos darle a lo que para muchos es basura después de su primer uso.
Algunas empresas se encuentran alineadas con este concepto que sin dudas favorece al medio ambiente. Por ejemplo, Green Guru fabrica equipos para el aire libre con partes rotas de bicicleta y sogas de escalada en desuso o Pioneer Millworks, que toma madera de edificios en ruinas para proyectos de construcción de nuevas viviendas. También acá en Tesoro Tico tenemos mucho productos del ejemplo de economía circular. Uno de nuestros productos estrellas son platos hechos de botellas de vino.
Este concepto ha tomado fuerza en los últimos años, pero no es nuevo, estas empresas conscientes del medio ambiente que plantean un capitalismo natural, donde se desperdicie lo menos posible ya hace décadas que se reúnen bajo la Green Business Network®, de Green America para demostrar que es posible una economía circular.
¿Por qué hablamos de Economía Circular? Porque es diferente al Modelo Lineal de “comprar, usar, tirar”, donde los recursos del planeta se suponen infinitos. En una Economía Circular todo se aprovecha y los recursos se devuelven al planeta.
La Fundación Ellen MacArthur lo describe en tres partes: “Eliminación de Residuos y contaminación, mantener los productos y materiales en uso y regenerar los sistemas naturales”.
Vamos a ver 3 casos relacionados a cada una de las partes de este proceso: Wrangler, TerraCycle, and Green America’s Center for Sustainability Solutions.
Eliminación de Residuos
La mayor parte de los residuos y contaminación aparecen temprano en la cadena comercial, no en el proceso de compra por parte del consumidor. Según el Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC), se estima que 1/5 de la contaminación del agua del planeta es producida por la industria textil.
Por ejemplo, un jean, para obtener ese color azul vivaz que conocemos, pasa por muchos lavados intensivos y en el camino deja muchas aguas residuales. Esto es así con todos los jeans a menos que estés comprando un jean con la tela en crudo. Por eso, al eliminar los residuos al comienzo de la cadena, los fabricantes están haciendo mucho por generar un impacto positivo.
En 2019, la marca Wrangler lanzó Indigood ™, una colección que utiliza un proceso de teñido con espuma para eliminar el 100 por ciento de las aguas residuales del proceso de teñido con índigo.
En comparación con la fabricación de mezclilla convencional, que utiliza alrededor de 1.500 a 2.000 litros de agua al sumergir los hilos en diferentes tinturas, los procesos de teñido con espuma casi no usan agua.
“Este proceso usa espuma en lugar de agua, que se compone principalmente de aire. La espuma se introduce a través de cepillos aplicadores”, dice Roian Atwood, director de sostenibilidad de Wrangler.
Atwood asegura que no pretenden monopolizar el mercado de teñido con espuma y que ya han compartido la tecnología con sus competidores.
Mantener los materiales en uso
La segunda pieza en esta cadena circular de la economía tiene que ver con los productos de un sólo uso, aquello que compramos y tiramos, como pueden ser los alimentos, aunque no todos son alimentos.
En esta segunda pieza, sí tenemos injerencia como consumidores: sabemos cada cuánto compramos, cuánto tiempo usamos eso que compramos, y qué hacemos cuando ya no sirve.
Por ejemplo, los deshechos de alimentos pueden convertirse en abono; los papeles, plásticos y vidrios pueden ser puestos para el reciclado en contenedores especiales.
Sin embargo, hay artículos con los que no sabemos qué hacer, por ejemplo con los envases de pasta de dientes, las lamparitas o los marcadores secos. En este punto TerraCycle viene a cumplir un papel fundamental.
Terra Cycle tiene programas para la recolección de materiales no reciclables (en más de 26 países). Para hacer posible estos programas, TerraCycle trabaja con una variedad de subcontratistas de procesamiento de terceros que clasifican y reprocesan los desechos en materias primas utilizables para la fabricación de nuevos productos. Siempre que sea posible, estos lugares de procesamiento se encuentran cerca de donde se realizan las recolecciones.
También ofrece a las grandes compañías envases que no sean de un solo uso, a través del programa Loop.
Sistemas naturales regenerados
En la naturaleza, los residuos no existen. Si una flor se cae se convierte en nutriente del suelo. La materia se transforma, pero no tardando años en deshacerse y transformarse como lo hace el plástico o las baterías. Eso es a lo que debería apuntar el ser humano, a dejar la mínima huella posible y que todo tenga uso y además sea devuelto a la tierra.
Mary Johnson, directora de Carbon Farming Innovation Network en Green America, explica que la agricultura regenerativa es un enfoque de la agricultura que imita la naturaleza para crear un ecosistema saludable y simbiótico.
Esta agricultura tiene doble valor, por un lado, tiene la capacidad de capturar carbono y almacenarlo en el suelo, y por otra parte reduce las emisiones que provocan el efecto invernadero.
En definitiva, es la economía circular la única capaz de salvar al ser humano del abismo y devolverlo a su ecosistema natural.